Cinco años llevaban The Kills
sin sacar nada nuevo. Y es que la lesión que sufría Jame Hince en una
de sus manos le ha hecho tener que volver a aprender a tocar la
guitarra. Demasiado tiempo para los miles de fans que tiene este grupo.
Por eso, su vuelta a los escenarios (con nuevo disco bajo el brazo) generó tanta expectación. Así fue su concierto en Mad Cool.
En un recinto acondicionado de manera sobresaliente, con un eufórico público y
un cartel más que notable, ninguno de los malos augurios iba a
cumplirse. Evidentemente, la puesta de largo no iba a ser perfecta: hubo
problemas de acceso a los escenarios cubiertos, a los que se accedía
después de un galimatías de pasillos y escaleras. Y por ello, hubo algunas decepciones al respecto: algunos de los que trataron de acceder al escenario 3 para ver a The Kills, se tuvieron que quedar fuera por cuestiones de seguridad ya que el aforo era limitado.
Aún así, nosotros fuimos de los "afortunados" que vimos a la banda desde primera fila. Y en el escenario nos esperaba la extraña, y magnética pareja formada por Alison Mosshart y Jamie Hince. Alison se contonea sin parar y agita su melena al viento desde la
inicial y contenida explosión de "No wow", como a lo largo de todo su
flamante ‘Ash & ice’, del que sonaron especialmente afiladas
canciones como "Doing it to death" o "Siberian nights" de su nuevo disco "Ash&Ice". La distorsión de
la espectral guitarra de Hince inunda de resplandeciente oscuridad un
escenario por donde Alison serpentea a sus anchas, mientras su lengua de
fuego recorre cada rincón.
Lo que se puede observar sobre el escenario es simplemente un maravilloso espectáculo del que tanto Alison como Jamie disfrutan. Se nota que ha pasado mucho tiempo desde su última gira y que no quieren perder el tiempo.
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